Cálculos biliares: ¿Cuándo es necesario una cirugía?
La vesícula biliar es un órgano extremadamente importante: te permite digerir bien la grasa. El hígado produce más de medio litro de bilis todos los días. La bilis se compone principalmente de agua, colesterol, sal y pigmento. Si hay un desequilibrio entre estas sustancias, se formarán cristales llamados cálculos biliares.
Muchas personas tienen cálculos biliares, pero no todos los notan. Del mismo modo, no es necesario que lo elimine antes de causar problemas.
La mayoría de estas piedras son colesterol. No siempre causan molestias. Más importante aún: según los expertos, el 75% de los afectados no notaron su existencia. En este caso, se les llama piedras “mudas”, es decir, asintomáticas.
Si ingresan al conducto biliar y quedan atrapados allí, se vuelven peligrosos porque bloquean la salida y obstruyen el flujo de bilis.
Si permanecen en el catéter, pueden causar una infección de la vesícula biliar o del páncreas. Si no se trata, puede dañar el hígado o el riesgo de sepsis (infección común con microorganismos patógenos en la sangre) o ictericia (aumento del pigmento biliar en la sangre).
El sobrepeso y la falta de ejercicio pueden promover la formación de cálculos. Bajar de peso en un corto período de tiempo y luego aumentar de peso también aumenta el riesgo de enfermedad. En general, las mujeres se ven más afectadas que los hombres.
Las piedras pueden causar dolor en la parte superior del estómago, náuseas o sensación de saciedad. El malestar suele ocurrir después de una comida rica en grasas.
Si se presentan molestias, generalmente es necesaria una cirugía y, a veces, se debe extirpar la vesícula biliar. Otra posibilidad es probar otros métodos para reducir la cantidad de cálculo, aunque esto no significa que se desarrollarán otros métodos con el tiempo.
También existen medicamentos que se utilizan para tratar este problema, pero este medicamento solo se recomienda cuando los cálculos son pequeños.
¿Hay alguna forma de evitar que ocurran? Sí Sí. Una dieta equilibrada y el ejercicio a menudo ayudan. Los ejercicios de relajación regulares también son excelentes, porque los trastornos del estado de ánimo pueden promover este tipo de enfermedades físicas.